El tercer ojo o Ajna Chakra

El Tercer ojo o Ajna Chakra es bien conocido por los expertos en meditación. Este lugar imaginario para algunos , físicamente localizado en la glándula pineal para otros tiene la particularidad de que , al ser ´despertado´genera un tipo de sensanciones que muchos se atreven a describir como de conexíon con la sabiduría interior denominada 'intuición'.
La intuición tiene un mecanismo desconocido que permite saber de antemano el resultado de un proceso o manifestación voluntaria o involuntaria. Gracias a la intuición se pueden adivinar acontencimientos y resultados que ningún cáculo racional o consciente podrían conseguir.

Algunos se han aventurado en intentar explicar los mecanismos de forma racional, pero se encuentran rápidamente ante la muralla de lo inexplicable en términos científicos lineales y ortodoxos.
La técnica simple y directa de la meditación del tercer ojo, permite entrenar este punto para 'abrirlo' y desarrollar nuestra intuición. Quien lo desee , puede ponerse una disciplina que le permitirá en pocos meses ( entre 3 y 6) alcanzar un estado de intuición suficiente que le permita verificar por cuenta propia esas capacidades que desconocía.

Entre algunas de las cosas que permite la apertura del tercer ojo están la clarividencia, la telepatía y la empatía. Estas capacidades se pueden demostrar facilmente con algunos ejercicios simples.

La Telepatia

Término que proviene del griego “tele” (lejano) y “pathos” (sensación), y que indica la transmisión de procesos psíquicos (pensamientos, emociones, sensaciones e imágenes) de un individuo a otro sin intervención de los órganos sensoriales. Este proceso puede producirse de manera completamente espontánea, sin que los dos sujetos – el agente y el receptor – tengan intención de transmitir o captar el contenido psíquico; también puede realizarse mediante un acto de voluntad, generalmente del sujeto agente. En este caso, el sujeto agente sabe que está transmitiendo e intentar hacerlo lo mejor posible, concentrándose en la imagen que desea hacer llegar al receptor.

Este último, si está al corriente de la experiencia, puede colaborar relajándose y tratando de alcanzar el vacío mental; pero la telepatía espontánea es más fácil y más frecuente en las personas ligadas por vínculos efectivos. A menudo ocurre que los esposos, los padres o los amigos pronuncien unas palabras al mismo tiempo, sin concederle demasiada importancia. Así pues, dado que la telepatía es el fenómeno paranormal más corriente, ha sido estudiado antes que los demás y ampliamente comprobado en laboratorio. Las hipótesis son numerosas, y en ocasiones desautorizadas por otras investigaciones: en cualquier caso se trata de opiniones y teorías a veces incluso muy inciertas. Algunos investigadores consideran los contenidos psíquicos de la telepatía como vibraciones, otros como partículas atómicas que se propagan de un cerebro al otro. Otros, sin embargo, piensan que la telepatía pertenece a un mundo extrafísico, fuera del tiempo y del espacio, dependiente de sus propias leyes y que no aflora más que esporádicamente, después de haber superado las barreras del inconsciente.

La telepatía no afecta sólo al ser humano: las experiencias han demostrado que incluso los animales y las plantas son sensibles a las comunicaciones telepáticas. Por ejemplo, son capaces de captar situaciones de peligro o disonancia. Los fenómenos telepáticos están muy extendidos entre las aves migratorias o los animales que viven en comunidad, capaces de sentir la presencia de un amigo o de un enemigo, de comunicarse a distancia y de orientar en regiones que no conocen. En el hombre, este extraño fenómeno se manifiesta evidentemente de manera más clara y variada. Todo puede transmitirse, desde la simple reacción fisiológica como sería la aceleración de los latidos del corazón, hasta las sensaciones, sentimientos, pensamientos e imágenes.

El mensaje se recibe en forma de intuición, de visión: también puede ser pronunciado por personas ausentes. Asimismo, puede experimentarse un sentimiento de angustia, de desesperación, de alivio o de dolor físico injustificados. La telepatía no teme las distancias: si bien las formas de comunicación más sencillas se producen generalmente entre personas cercanas y el contacto físico las favorece, ciertos fenómenos telepáticos atraviesan a veces los océanos. Se puede comunicar en estado de vigilia, de hipnosis, con los muertos o con los vivos. Según las características psicológicas, uno puede ser un buen sujeto agente o un buen receptor, a veces incluso los dos al mismo tiempo.

EJERCICIOS PARA DESARROLLAR LA TELEPATÍA LAS CARTAS DE ZENER

Se trata de un juego de cartas creado en 1930 por Kart Zener, un especialista americano en parapsicología. El juego se compone de veinticinco cartas, divididas en cinco grupos de símbolos: el cuadrado, el círculo, la cruz, la estrella y las líneas onduladas. Puede fabricárselo usted mismo utilizando veinticinco cartones blancos en los que dibujará, en negro, los símbolos indicados. Deben realizar la experiencia telepática de Zener dos personas: el experimentador saca las cartas, las mira una por una y pide a la otra persona que las adivine. Durante toda la duración del ejercicio hay que permanecer tranquilo, relajado.

El que transmite el pensamiento debe visualizar el símbolo de la carta seleccionada, rojo sobre negro, y comunicarlo mentalmente a la otra persona que va a intentar captarlo “viéndolo” y deteniéndose en la primera impresión.

No debe intervenir la razón ni la lógica, sino que debe dejarse llevar: debe reinar el vacío en el espíritu, un vacío flexible y disponible, dispuesto a recibir la imagen que va a dibujarse en una pantalla imaginaria. Generalmente no se adivina la primera ni la segunda carta. Hay que “calentarse”, como un bailarín calienta sus músculos: generalmente, el mejor resultado se obtiene hacia la mitad del ejercicio, cuando el sujeto está entrenado, pero todavía no cansado.

Si su resultado en un juego completo fuera de cinco, ¡todavía le queda mucho que hacer! Su sensibilidad está profundamente dormida: necesita paciencia y entrenamiento. Sin embargo, es poco probable que obtenga un resultado tan bajo, seguramente obtendrá seis, siete, ocho puntos, pues el hecho de que se interese por el tema prueba que sus facultades están despertándose. Pero, sobre todo, no abandone, haga nuevos intentos, pues el camino de lo paranormal no está vedado.

Usted no consigue adivinar ni una sola carta en el orden correcto, pero a menudo sus respuestas son exactas si se refiriesen a la carta anterior. Es usted una persona precognitiva, sus facultades van dirigidas hacia la precognición y obstaculizan los fenómenos telepáticos y clarividentes. Por ello, las cartas de Zener pueden ayudarle no sólo a despertar sus poderes latentes, sino también a determinar correctamente su nivel paranormal. Van a proporcionarle un diagnóstico aproximado de sus canales extrasensoriales actuales. Posteriormente, usted podrá utilizar las cartas con símbolos diferentes: letras del alfabeto, números, colores, dibujos de objetos o de animales, a su gusto.

En efecto, un contenido agradable, un símbolo atrayente puede favorecer el desarrollo de lo paranormal. No hay que olvidar que el resultado medio suele cubrir un veinte por ciento del juego, es decir cuatro cartas de veinte, tres de quince, dos de diez, etc. Cuando sea usted un experto en visualización, podrá prescindir de las cartas. Visualice un color, un objeto, un número y pida a otra persona que adivine su pensamiento. Si está usted muy cerca de esa persona, el ejercicio le resultará muy fácil. De este modo podrá transmitir emociones y sentimientos, siempre que sean intensos y atávicos.

Si se concentra usted en algo espantoso, el receptor experimentará una sensación de terror, si visualiza una alegría, verá cómo sonríe. Se trata de un fenómeno muy común: las lágrimas, la risa, el miedo, el aburrimiento se comunican de un individuo a otro, afectan a los grupos, se infiltran en la muchedumbre. Si se pincha usted el dedo con una aguja, el receptor sentirá un dolor. Son frecuentes los casos de gemelos capaces de captar los dolores y patologías del otro, y las parejas muy unidas en que el marido, en el momento del parto, siente de manera somática los dolores del alumbramiento.

Si usted son tres, pueden divertirse intentando distintos ejercicios: dos experimentadores, espalda con espalda, y vigilados por un “árbitro” pueden transmitirse gestos, movimientos de las manos y de los ojos. Si ustedes son un grupo, pueden organizar auténticos juegos de sociedad: caza del tesoro, adivinaciones mudas, teléfonos sin hilos, etc. Pero incluso si está usted solo, puede desarrollar sus facultades.

Fije la vista directamente en la nuca de un desconocido, verá cómo se vuelve; ordene mentalmente a su vecina de asiento en el autobús o en el metro que le responda mediante un signo convencional (mirar el reloj, tocar su brazo…) si ha captado su mensaje. Llame telepáticamente a un amigo, le telefoneará; comunique a su mujer que llega usted a casa para que prepare la cena. Aprenda a utilizar un poco menos la comunicación verbal y un poco más la psique. Intente renunciar en parte el teléfono y a la correspondencia. Haga como si no se hubiesen inventado todavía.

El hombre no fue creado para estar solo; se le abrirán vías ocultas de comunicación con los demás, sin esfuerzo ni aprendizaje.

Fuente Aura Online